Mario Russo le marcó un límite a Santiago Caputo y le quitó funciones a Cecilia Loccisano, la ex mujer de Jorge Triaca que los Peaky Blinders le pusieron de interventora en el ministerio de Salud.
El socio de Caputo, Rodrigo Lugones, tenía intervenido el ministerio en tándem con su padre, Mario Lugones, dueño del Sanatorio Güemes. Lugones padre había entrado a la gestión de Milei como asesor estrella de Nicolás Posse. Cuando el jefe de gabinete cayó en desgracia, se acercó a Santiago Caputo y dijo que siempre respondió al asesor de Milei.
Los Lugones habían metido a Loccisano como secretaria de gestión administrativa de Salud para tener el control del ministerio. A Russo lo tenían rodeado además con el manejo de la Superintendencia de Servicios de Salud.
Con esta botonera a disposición, se metieron en obras sociales como Osprera, de la Uatre, y dejaban al ministerio con las manos atadas mediante la intervención de Loccisano.
LPO adelantó que Mario Lugones había iniciado una negociación subterránea con el titular del gremio, José Voytenco, para acordar un manejo compartido de Osprera, que mueve alrededor de 50 mil millones de pesos por mes y que tiene en los seguros el negocio más disputado.
Esa negociación se abrió a pesar de que el gobierno había pedido la intervención de la obra social, que fue rebotada por un polémico juez afín a Voytenco. Una muestra del manejo arbitrario de los Lugones en el ministerio fue cómo corrieron a Claudia Rivero, la responsable jurídica de carrera, con años en el ministerio, que apeló esa decisión como debe hacer el Estado cuando un juez de primera instancia rechaza una decisión del Ejecutivo.
En lugar de Rivero, Loccisano ubicó a Stella Maris Martínez, que venía de trabajar en la construcción de viviendas para la Armada. Sin estar nombrada aún, Martínez pidió un frigobar para su oficina mientras prioriza habilitaciones y pedidos de la Superintendencia.
Todo lo que hacen estas funcionarias es por obra de Lugones, a tal punto de que en las reuniones de gabinete, Loccisano aparece con pedidos del dueño del Güemes como si estuviera por encima del ministro.
Russo se cansó de esta situación y, en una decisión inédita, firmó una serie de disposiciones para limitar las funciones tanto de Loccisano como del secretario de Acceso a la Salud, Pablo Bertoldi. También limitó a Juan Pablo Saulle, coordinador de logística de la secretaría de Bertoldi; a Andrea Morales, directora de Programación y Control; y a Sabrina Fittipalid, a cargo de la Dirección General de Administración.
En otra prueba de que algo parece estar cambiando en el manejo interno del poder libertario, Karina Milei habilitó a Lule Menem a correr a Lugones del manejo de la obra social de Uatre, como anticipó LPO en exclusiva.
La situación es tan extrema que Loccisano y Bertoldi fueron de urgencia a ver a Santiago Caputo a la Rosada para impedir que Russo los corra del ministerio.
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