Victoria Villarruel incluyó este miércoles por la noche el proyecto de suspensión del kirchnerista Oscar Parrilli en el temario de la sesión prevista para expulsar a Edgardo Kueider, el senador detenido por tentativa de contrabando en Paraguay. La maniobra de la Vicepresidenta, según fuentes parlamentarias, habría sido coordinada con la Casa Rosada ante las desesperadas gestiones del radical Eduardo Vischi y Juan Carlos Romero, preocupados por la parálisis de la bancada libertaria en la Cámara Alta.
Con ese movimiento, Villarruel subsanó un gesto reglamentarista que le habrían reprochado en la previa de la jornada de este jueves, que amaga con terminar en escándalo. La vice había respetado el orden de presentación de los expedientes para la convocatoria, colocando en primer lugar el proyecto de expulsión impulsado por el interbloque de José Mayans y Juliana di Tullio y, en segundo término, el de suspensión del entrerriano, firmado por Ezequiel Atauche.
Esa disposición del temario incomodaba tanto a legisladores de la UCR como los de las bancadas que responden a los gobernadores. “No tienen ganas de quedar escrachados en el tablero como los que rechazan la expulsión de Kueider, por más que después voten por la afirmativa la suspensión”, explicaron en los pasillos del Congreso.
La preocupación de esos senadores obedecen a que podrían aparecer ante la opinión pública como los que terminaron salvando al senador apresado en Asunción.
Villarruel accedió al pedido del peronismo y convocó a la sesión para echar a Kueider
En ese contexto, Villarruel emitió un decreto para ampliar el temario e incorporó un proyecto de Bartolomé Abdala, presidente provisional del cuerpo, para suspender a Parrilli por su procesamiento en la causa del Memorándum de Entendimiento con Irán. En un despacho macrista deslizaron ante LPO que la picardía habría sido sugerida por un mandatario provincial ligado a Juntos.
Como sea, la jugada no rompe la neutralización que ya operaba desde el martes en la Cámara Alta, cuando un gobernador alertó que si destituían a Kueider podría abrirse una Caja de Pandora que termine con la expulsión de la mitad de los senadores. Ese cacique provincial instruyó a uno de sus lugartenientes que ni siquiera diera quórum, aún cuando el PRO se disponía a bajar al recinto, tal como informó LPO, y sumaba bancas para abrir la sesión que había pedido el peronismo.
Al cierre de esta nota, los aliados del gobierno rogaban que hubiera reunión de Labor Parlamentaria para ordenar la sesión. “Estamos yendo a ciegas y puede terminar todo en un quilombo”, graficaron.
La especulación previa es que podría darse un escenario indignante para los que se autoperciben paladines de la anticorrupción. Primero se trataría el pedido de licencia enviado por el propio Kueider desde Paraguay y, se estima, sería denegado.
Luego, se pondría en consideración el expediente de expulsión, que no alcanzaría los dos tercios necesarios para aprobarse. Y a continuación, se sometería a debate el proyecto de suspensión, iniciativa que tampoco reuniría el consenso requerido si los senadores de UP votan en contra.
En conclusión, se produciría una situación desconcertante: a Kueider le podrían negar la licencia, no lo echarían ni lo suspenderían, y en consecuencia seguiría siendo senador aunque está detenido por ser capturado infraganti mientas transportaba 200 mil dólares sin declarar.
El saldo del debate parlamentario de este jueves se volvería inexplicable para los que condenan la política como una herramienta de la casta, los que condenan la corrupción y los que pretenden enderezar al peronismo.
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