El gobierno salió a agitar el fantasma del 2001 luego de la violenta represión en la marcha jubilados junto a barrabravas que terminó con piedrazos contra la Casa Rosada.
“Los mismos que hicieron el golpe para devaluar en 2001 quieren el golpe ahora”, dijo la diputada libertaria Lilia Lemoine, que salió a instalar la idea de un golpe de Estado contra Javier Milei y lo vinculó con la devaluación, retomando el eje que viene trabajando Milei de culpar a Clarín ahora -y entonces- por la devaluación.
El jefe de gabinete, Guillermo Francos, se sumó al relato y dijo que “en los últimos días hubo una cantidad de movimientos políticos que apuntan a desestabilizar al gobierno”.
Francos dijo que buscan “generarle un problema a un gobierno que viene conduciendo la Argentina de manera estable”.
La marcha de jubilados y barras terminó en una batalla campal
“Lo que se vivió hoy fue un intento de golpe de Estado”, dijo el subsecretario de Prensa, Javier Lanari. “Perfectamente orquestado por lo más sucio de la política. Con barras bravas que fueron a buscar caos, violencia y muertos. Los golpistas de siempre. No pasarán”, dijo el segundo de Manuel Adorni.
Las declaraciones de los voceros de Milei se dio minutos después de que los manifestantes, que habían sido reprimidos en las cercanías del Congreso, se movilizaran a la Rosada y arrojaran piedras mientras Milei permanecía dentro del palacio, fuertemente custodiado y con patrullas de comandos circulando por la Plaza de Mayo.

Detenidos por la Policía permanecen en el piso.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que enfrenta acusaciones graves por mandar a golpear gravemente a jubilados y al fotógrafo Pablo Grillo, a quien le reventaron la cabeza a palazos, se sumó al coro oficial. “Esta gente que se núclea políticamente para voltear al Gobierno, esta vez vino preparada para matar”, afirmó Bullrich.
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