La lectura del requerimiento de elevación a juicio del suspendido juez federal de Mendoza, Walter Bento, acusado de liderar una asociación ilícita que pedía dinero a cambio de favores en las causas que instruía, junto a otros 31 imputados, concluyó este viernes tras seis jornadas de audiencias.
El juicio se retomará el 23 de agosto, y se pasará al planteo de cuestiones preliminares para luego empezar escuchar declaraciones testimoniales, según indicaron fuentes judiciales.
La jueza Gretel Diamante pidió a los imputados que se sometan a prestar declaración indagatoria y que en la siguiente audiencia quede establecida la lista de testigos con el objetivo de organizar las pruebas testimoniales.
El Tribunal Oral, presidido por Diamante, está integrado además por Eliana Beatriz Ratta Rivas y María Carolina Pereyra.
Por su parte, el fiscal Dante Vega afirmó en declaraciones radiales que Bento “siempre que fue indagado, nunca contestó preguntas que le formuló la Fiscalía”.
“Más allá y que tenga derecho a negarse a declarar, la expectativa siempre es que conteste las preguntas que efectuamos como acusadores. Tenemos pruebas contundentes. Veremos qué temperamento adopta cuando declare”, sostuvo el integrante del Ministerio Público Fiscal.
La acusación
La hipótesis de la acusación es que el suspendido juez cobraba coimas -la mayoría en dólares- a cambio de beneficios judiciales, con las que se enriquecieron sus familiares (esposa y dos hijos también procesados y con cargos suspendidos y cesanteados en la Justicia provincial) con lujosas casas, autos e innumerables viajes al exterior.
Miembros del Tribunal Oral Federal (TOF) número 2 de Mendoza comenzaron el mes pasado el proceso oral y público en el que son juzgadas otras 31 personas, entre las que se encuentran la esposa y dos hijos del magistrado, acusados también de cohecho activo, lavado de activos, enriquecimiento ilícito, violación de secretos, violación de deberes de funcionario público y falso testimonio, según consignaron fuentes de la Procuración General de la Nación.
Los cargos contra Bento
Bento fue suspendido por el Consejo de la Magistratura de la Nación a fines de mayo pasado, cuando se decidió someterlo a un proceso de destitución por presunto “mal desempeño” y ya fue reemplazado, ya que además hasta esa fecha ostentaba la competencia electoral.
Todo comenzó en mayo de 2021 cuando el juez Federal Puigdéngolas, y el fiscal Vega imputaron a Bento quien se desempeñaba como titular del Juzgado Federal 1, como jefe de una asociación ilícita, enriquecimiento ilícito, lavado de activos y seis hechos de cohecho pasivo.
Tras la lectura de los presuntos sobornos, el debate continuó con el detalle de las imputaciones por enriquecimiento ilícito que le endilgan a Walter Bento y su esposa, Marta Isabel Boiza y desde la Fiscalía se brindó detalles de las propiedades, vehículos, inversiones y viajes que realizó el matrimonio judicial y que no podrían justificar patrimonialmente.
Bento está acusado además de “liderar una asociación ilícita, es juzgado por 15 hechos de cohecho activo, prevaricato, omisión y retardo de justicia, enriquecimiento ilícito, lavado de activos, falsedad ideológica (dos hechos), abuso de autoridad (diez hechos), desobediencia y ocultamiento de un objeto destinado a servir como prueba”, que es el teléfono oficial de su juzgado.