En 2010, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas declaró el 30 de agosto como el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada para poner el foco en esta violación a los derechos humanos, cuya existencia ha adquirido escala mundial, además de la ejercida en décadas pasadas por dictaduras militares en regiones geográficas puntuales.
Se calcula que cientos de miles de personas han desaparecido en al menos 85 países. Las desapariciones forzadas se dan el marco de situaciones de conflicto interno como método de represión política que busca eliminar al oponente, a manos de agentes de gobiernos o grupos organizados por particulares que actúan en su nombre, con su apoyo o su complicidad; entendiéndose por desaparición forzada la detención o traslado de personas que contra su voluntad resulten privadas de su libertad sin que se revele su paradero ni se admita su condición de detenido, quitándoles la posibilidad de estar conforme a derecho y bajo su consecuente amparo.
En tiempos de discursos endurecidos, la música hace una de las tantas cosas que sabe hacer: volverse un canal para gritar injusticias, echarle luz para hacerlas visibles, crear conciencia. Y allí, como siempre, las voces de mujeres se levantan en defensa de los derechos humanos, en forma de canción.
La búsqueda no para
Con el lema “la búsqueda no para”, esta versión colectiva de la canción “Hasta la raíz”, que Natalia Lafourcade le escribió a su tierra natal, se resignificó en la voz de Susana Baca y otras voces femeninas como la de Silvana Estrada y MishCatt, como una expresión de solidaridad hacia las familias de los desaparecidos y de acompañamiento en su búsqueda, a partir de la iniciativa del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y Playing For Change en ocasión del Día Internacional de los Desaparecidos del año 2020.
La pieza audiovisual fue grabada en pleno aislamiento por la pandemia de coronavirus en nueve países de Latinoamérica y contó con la participación de numerosos artistas, cantantes e instrumentistas, de toda procedencia junto a la Orquesta filarmónica de Guatemala.
En el comunicado que acompañó la iniciativa de entonces decía: “Muchas familias esperan noticias de sus seres queridos desde hace más de 20 años. Juntos, y a través de la música, queremos expresar nuestra solidaridad a aquellos que enfrentan el sentimiento profundo y universal de perder a alguien querido. Las familias de los desaparecidos no pararán de buscar, a pesar de pandemias y otras adversidades, ni nosotros de ayudarlos.”
Canción desaparecida
“La marcha al fuego por mujeres abusadas, / torturadas, maltratadas./ Como si no fueran nada./ En nuestros pueblos, ser mujer nos han cobrado / Si la ley no es feminista,/ la lucha no ha terminado”, canta la rapera colombiana Mabiland en su primera colaboración junto a Juanes para “Canción desaparecida”, tema que busca difundir la problemática de las desapariciones forzadas en Colombia. “Una canción desde lo más profundo del corazón, pa’ todos los que hemos sentido y vivido Colombia y Latinoamérica”, expresó Mabiland.
En la actualidad, son más de 210 mil las víctimas de desaparición forzada en ese país, de las cuales 120 mil fueron denunciadas entre los años 1985 y 2016, según un informe de la Comisión de la Verdad de Colombia. Recién a partir del año 2000 la desaparición forzada constituye un delito penal para la normativa colombiana.
En Colombia son más de 210 mil las víctimas de desaparición forzada.
La canción y sus imágenes retratan la búsqueda desesperada de líderes campesinos y estudiantes desaparecidos por su postura política, cuyos asesinatos son enmascarados en delitos comunes con la complicidad de milicias y políticos.
“No te olvides de estos hombres. Que el viento silve sus nombres”.
“Levanten las voces, mujeres”
“Levanten las voces mujeres” se trata del primer lanzamiento de las Cantoras de Tumaco Esperanza y Paz, que rinden homenaje a los líderes y lideresas víctimas de desaparición forzada en Tumaco, Departamento de Nariño, Colombia. Mujeres víctimas de desaparición forzada se unen en la canción que se estrenó en 2021.
Estas veinte mujeres lideresas del Pacífico Nariñense conmueven con su dolor cantado a viva voz clamando por sus desaparecidos. Juntas escribieron esta canción, “a hacer una estrofa cada quien con su pensamiento”, explica Nury Angulo, una de ellas, en el marco de su lanzamiento. Y agrega: “eso es el día a día de nosotros acá con nuestros familiares desaparecidos, con esa lucha incansable”. Dice también que cantar sana el alma. Oírlas es una inyección de fuerzas y esperanzas para continuar sin descanso en la lucha por verdad y justicia.
“Así te buscaré”
Esta canción fue presentada en el año 2021 para la conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, proyecto que contó con el apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja y la Plataforma por la Paz y la Justicia en Guanajuato.
Se trata de la colaboración entre el Colectivo Buscadoras Guanajuato, una agrupación de mujeres nacida después de una marcha en reclamo por sus parientes desaparecidos y Rebeca Eunice Vargas Tamayac, una activista, poeta, socióloga y cantante de rap feminista guatemalteca, conocida por su nombre artístico Rebeca Lane.
“Así te buscaré” intenta visibilizar la situación del estado mexicano de Guanajuato respecto de la figura de desaparición forzada, entre otros delitos de lesa humanidad. Desde 2018, en el término de tres años, se sumaron más de 2500 familias que reclaman la aparición con vida de sus seres queridos, hasta el momento, desaparecidos.
Guanajuato ocupa el sexto lugar en México según su índice de casos; y una de las localidades de su territorio figura en el puesto número 10 por la cantidad de fosas clandestinas halladas.
Actualmente, son 14 los colectivos de personas que de manera organizada se dedican a una búsqueda incesante, más allá de la indiferencia de la sociedad y sus gobernantes; como es el caso del colectivo Hasta Encontrarte, que en junio de este año anunció el hallazgo de 20 bolsas con cadáveres en Guanajuato.
En México son más de 90 mil las personas desaparecidas.
El llanto de una madre hace más eco que una bala
Nidia Góngora, la cantora colombiana de música tradicional, suma su voz en “¿Quién los mató?”, una canción inspirada en lo que se conoció como La Masacre de Llano Verde: el 11 de agosto de 2020: cinco jóvenes colombianos de entre 14 y 16 años fueron hallados fusilados en un cañaveral de Llano, Verde, Cali.
Son muchos los jóvenes que son secuestrados, asesinados y frecuentemente presentados como muertes en combate a manos del ejército. La Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados (Afrodes) señaló que se trató de un genocidio contra la población afro, entendido como parte de un genocidio generacional contra jóvenes pobres.
La Policía y el Ejército lo adjudicaron a grupos armados ilegales asociados a fuerzas del narcotráfico. Tras semanas exigiendo respuestas, los familiares denunciaron haber recibido amenazas.
“El llanto de una madre hace más eco que una bala”, dice la canción en homenaje a las víctimas y sus familiares.
En sus palabras, Nidia Góngora la explica así: “Yo pienso que gran parte de la memoria histórica se mantiene visible por los gritos de quienes de alguna manera no hemos tenido miedo, miedo de decir, de cantar. Yo soy madre. Las madres damos todo por nuestros hijos porque son parte de nosotras. Una madre que pierde un hijo de una forma tan cruel y violenta como lo perdieron las madres de Llano Verde, las de Soacha y otras tantas madres en Colombia, estoy segura de que pierde el miedo. Después de que a uno le maten a un hijo, uno puede decir: ‘nada peor me puede pasar’. En medio de ese grito, uno grita verdades y absolutamente todo lo que tenga que gritar porque ya no hay temor.”
Somos todos
En la madrugada del 26 de septiembre de 2014, 43 estudiantes de la Escuela Rural Normal de Ayotzinapa desaparecieron en la ciudad de Iguala, en México. La escuela siempre se había caracterizado por tener un alumnado compuesto de jóvenes de pocos recursos económicos y por su larga tradición de lucha social.
Ante el hecho, la comunidad artística mexicana no tardó en reaccionar: en 2015 se editó el disco colaborativo “De Vuelta a casa. Ayotzinapa somos todos”, con 16 temas, seleccionados entre más de 170 propuestas, que tuvo por objetivo despertar conciencias y recaudar fondos para ayudar a los familiares de los estudiantes desaparecidos.
Entre esas voces está la de Jazmín Solar, cantante, compositora y pianista mexicana que pone al servicio de la memoria, la verdad y la justicia su canción “Ni el viento ni el sol”.
El caso Ayotzinapa fue calificado como “crimen de Estado”. Los estudiantes permanecen desaparecidos.
Cómo no gritarlo, María Pilar
“María Pilar” es una canción de Alfredo Zitarrosa, que hace referencia a la dictadura uruguaya. La voz inconfundible de la cantante Teresa Parodi, que grabó su versión en 1985, nos trae los versos que describen el accionar de los grupos de tareas de la dictadura militar. Un secuestro y una búsqueda, enmarcados en la lucha de clases, la solidaridad, la militancia y el amor.
“No entendieron nada, señor, dirás. Los que le quitaron la libertad. Él nunca empuñó otra cosa que su bondad. Y es justo lo que pedía, si lo sabrás. Acaso puede decirse que no es verdad. Que tantos necesitaban abrigo y pan. Cómo no gritarlo, María Pilar. Siendo como era ese tu Julián”.
Soy la fotografía de un desaparecido
“Las caras más bonitas que he conocido./ Soy la fotografía de un desaparecido (…) / La Operación Cóndor invadiendo mi nido. / Perdono, pero nunca olvido”… se las escucha cantar a Sonia Bazanta Vides, más conocida como Totó la Momposina; a la cantante peruana, investigadora y exministra de Cultura Susana Baca; y a la brasileña (e hija de Elis Regina, nada menos) María Rita, en “Latinoamérica”, la canción de Calle 13 (2010).
Sus voces nos describen con cada palabra y a la vez, nos hermanan como latinoamericanos, unidos por un mismo destino y un mismo dolor: “Aquí se respira lucha. Yo canto porque se escucha”.
Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202308/638515-canciones-victimas-desaparicion-forzada.html