La cantante Belén Mackinlay, quien a lo largo de su camino incursionó en distintos géneros y hoy se dedica exclusivamente a la música popular de raíz, presentará este miércoles, a las 20, en Bebop Club, su nuevo trabajo “Canción de amor”, un EP integrado por inspiradas versiones de canciones de los artistas argentinos Fito Páez. Lisandro Aristimuño, Chacho Echenique y María Elene Walsh.
“Es un viaje profundamente personal, una obra en la que el corazón está presente en cada nota y en cada palabra. un testimonio de mi propia transformación y un intento de compartir ese amor universal que nos une a todos”, apuntó a Télam la intérprete.
“Canción de amor” está atravesado por sonoridades pop, y cuenta con dirección y arreglos de Juan Esteban Cuacci, compañero musical de Mackinlay, quien antepone al amor como respuesta para todo.
El disco cuenta con las guitarras de Mariano Delgado, el bajo y contrabajo de Pablo Tozzi, la batería de Mario Gusso, el piano de Cuacci y los coros de Antonella Giunta y Mariano Vega, quienes acompañarán a la cantante este miércoles en el local ubicado Uriarte 1658, del barrio porteño de Palermo, fecha a la que también se sumarán Julieta Lizzoli en piano y Alejandro Pellegrino en dirección artística y puesta en escena.
-¿Considerás que “Canción de amor” es un punto de inflexión en tu carrera musical? ¿Qué similitudes y diferencias encontrás en esta nueva obra con respecto a las anteriores?
-No sé si diría que es un punto de inflexión, creo que es un paso natural en el camino que vengo transitando. Creo en la libertad artística que va más allá del género musical, resignificando la poesía y la melodía. Me gusta pensar que dialogo en el espectro de las mujeres cantantes que recorren bellas canciones. No necesariamente ajustándose a un género específico. Las voces femeninas que rompen los estereotipos. Pienso que “Canción de Amor” se vincula con “Trébol blanco”, “Huella” y “Encuentro sur”, mis tres discos anteriores, hermanados en un único motor: la búsqueda creativa. La libertad para llevar la música popular más allá de las etiquetas. Por la complicidad de los músicos involucrados, excelentes en su instrumento, donde cada con la libertad para volcar su arte siendo parte de un equipo muy poderoso. Cada disco fue un momento y un paso necesario de crecimiento hacia el otro.
-¿Por qué elegís al amor como eje temático de tu propuesta?
-El amor es tan necesario en esta época tan convulsionada. La pandemia me empujó a una pausa forzada que me llevó a una introspección muy profunda, un viaje interno muy potente y transformador. Empecé a preguntarme ¿Qué mensaje quería transmitir para este nuevo mundo?¿Cuál era la esencia que quería plasmar en mi música? ¿Cuál era el sentimiento que me movía? y lo que resonaba era: el amor. El sentimiento de un amor universal que nos conecta a todos, que se manifiesta de diferentes formas y que trasciende barreras.
-¿Cómo fue el proceso de selección de autores y temas?
-Grabar el disco fue un proceso bello y profundo. Trabajar con Juan Esteban Cuacci es un lujo. Su sensibilidad y libertad siempre puestas al servicio de la música y los arreglos llenos de sutilezas. Este es nuestro segundo disco juntos y contamos con un equipo de primera, músicos argentinos que no solo dominan sus propios instrumentos, sino que conocen los secretos de nuestra música y aman lo que hacen.
El proceso creativo empezó con la definición del repertorio. Lo que quería cantar, lo que quería decir y después definimos el sonido. Canciones de folklore argentino y de música popular donde buscamos unir en la música un sentir porteño, “cosmopolita”, con otro sentimiento tan profundo como es la tierra y las raíces.
“Canción de amor” es un EP integrado por “D.L.G.” de Fito Páez, donde está presente la unidad del amor universal. Este tema me conmueve porque me conecta especialmente con el sentir de cada uno de nosotros, es una pieza esencial en este gran rompecabezas de la vida y juntos generamos olas de transformación que pueden cambiar el mundo. También contiene “Canción de Amor”; una belleza compuesta por Lisandro Aristimuño que refleja el amor hacia otra persona, tiene imágenes sutiles y bellas de las que todos podemos apropiarnos para contar nuestras propias historias de amor. Otro tema es “Sin señal de adiós” de María Elena Walsh, habla del amor por alguien que ya no está. Sentir que los recuerdos nunca se desvanecen por completo, con la confianza de que el amor perdura a pesar de la ausencia. Por último “Madurando Sueños” del Chacho Echenique, es una chacarera una fuerza poderosa, que celebra el deseo, el amor por lo que hacemos y las infinitas posibilidades que se abren ante nosotros si sabemos mirar. Sueño con que este disco continúe siendo una fuente de transformación, tanto para mí como para quienes lo escuchan. Inspirándonos a reconocer nuestro papel en este mundo y a crear momentos que nos acerquen a la mejor versión de nosotros mismos.
Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202311/646291-belen-mackinlay-presenta-su-ep-cancion-de-amor.html