Lula mostró su cara ortodoxa. El presidente de brasil encargó a su ministro de Economía, Fernando Haddad, que diseñe un fuerte ajuste del gasto en el presupuesto del año que viene, para enfrentar lo que se supone será un mundo más difícil para las economías emergentes, con Trump en el poder.
La devaluación de 20 por ciento de real, el pico inflacionario -en términos de Brasil- y el creciente déficit fiscal, sumado a la puja de Lula con el presidente del Banco Central, el bolsonarista Roberto Campos Neto, por la política de tasa de interés genera preocupación en sectores de la economía que observan con agrado las reformas liberales de Argentina.
La moneda perdió casi una quinta parte de su valor frente al dólar, y es la tercera divisa importante con peor desempeño en términos de rendimiento total este año. El miércoles posterior a la elección en Estados Unidos estuvo a punto de alcanzar un mínimo histórico debido al repunte del dólar por le triunfo de Donald Trump.
El ajuste fiscal de Lula agita la interna en el PT de Brasil y calienta la sucesión
El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, canceló un viaje a Europa a a pedido de Lula para centrarse en las propuestas de reducción de costos y disciplina fiscal que tiene obsesionado al presidente de Brasil.
Por eso, el mercado presiona por una ajuste de gastos mucho mayor que el de los primero dos años gestión que estuvo marcada por la recuperación del empleo y las políticas sociales.
Como adelantó en exclusivo LPO, Haddad se puso al hombro la tarea de implementar esa reforma de corte ortodoxo con el llamado Nuevo Marco Fiscal luego de la aprobación de la reforma tributaria en el Congreso que propone déficit cero y para el ala más radicalizada del Partido de los Trabajadores “podría generar efectos inmediatos por contempla la reducción del tamaño del Estado en la economía”.
Según el último informe bimestral de ejecución presupuestaria y las previsiones del gobierno para finales de año, se prevé un déficit de 28 mil millones de reales (4 mil millones de dólares) . Esta cifra ha ido aumentando, ya que en mayo la previsión de déficit era de 14,5 mil millones de reales y en marzo de 9,3 mil millones.
En este sentido, afirma a LPO una importante fuente del mercado que el sector está ansioso para ver una informe sobre recortes de impuestos que se espera proponga el gobierno, pero que ha tardado en salir por falta de consenso entre los funcionarios. “La previsión para el año que viene sigue con el objetivo de déficit cero, pero al final todo puede pasar”, proyectan.
Esta fuente analiza que “al comparar las dos economías y las perspectivas para los próximos años, Brasil presenta actualmente un mayor riesgo político y económico que Argentina, lo que refuerza que si no hace los deberes y recorta más gastos, la recuperación se verá comprometida”.
“Esta oscilación está en línea con la caída y retorno a la tendencia alcista de la inflación, lo que es parte del reflejo de que las tasas de interés vuelven a subir en Brasil en línea con el temor a un empeoramiento del escenario nacional”, agrega
Lula es consciente de todo esto y por eso, como reveló en exclusivo, avanza en una alianza de centro para competir por la reelección den 2026, un movimiento de piezas que margina al Partido de los Trabajadores del centro de las decisiones.
En la comparación com Argentina, este operador financiero plantea que Brasil tuvo una consecución de de crisis (pandemia, guerra ucrania, crisis energética, medio oriente, inflación) que terminó dando margen a un programa mas de derecha que de centro o centroizquierda.
“Argentina lo viene sufriendo hace mas tiempo, mucho antes que la pandemia. La desvalorización de los activos de las empresas ya viene ocurriendo hace 8 años o mas”, agrega.
A su vez, remarca que “esa desvalorización de las empresas argentinas hizo que naturalmente el efecto manada en pos covid, que fue mas intenso que en Brasil, permita que los cambios de Argentina sean más profundos con Milei”
El factor político también marca un rumbo. El mercado en Brasil sostiene que no tiene una figura de derecha para conducir un proceso como el de Argentina, ya que, por un lado un sector confía en que los cambios vendrán con Lula y por el otro, la derecha está dividida luego de la inhabilitación de Bolsonaro.
“Los cambios que esta teniendo Argentina como respuesta a la crisis de hace 8 años, hace que le mercado interprete que los activos de las empresas que fueron desvalorizadas crezcan y permita cambios políticos y económicos para una recuperación”, señala.
En ese punto, afirma que “las empresas argentinas tienen mayor posibilidad de ganancias a precio justo porque se están valorizando, eso vislumbra mas posibilidades en el corto plazo que en Brasil, que esta atravesado por una indecisión política y económica”.
“Tenemos deficit fiscal y los cortes de gastos que el mercado esta esperando para proyectar un crecimiento de PBI todavía no llegan”, concluye.
Fuente: https://www.lapoliticaonline.com/files/rss/ultimasnoticias.xml