Crece la evidencia de la conexión de Rosario con una red que vende al exterior bebés por subrogación de vientres

 La conexión de Rosario con una estructura empresaria que maneja un negocio ilegal de explotación de mujeres gestantes, a fin de colocar recién nacidos en Argentina en el exterior, quedó de manifiesto una vez más con un incidente ocurrido el viernes pasado en el aeropuerto de Ezeiza. Allí las autoridades impidieron que abordara un vuelo una pareja de italianos que iba a embarcar hacia Europa. Se iban con una beba nacida hace dos semanas y gestada por una mujer rosarina de 28 años.

Lo ocurrido ingresa como un capítulo más a una investigación judicial en la que interviene la Procuración de Trata de Personas (Protex) que confirmó, a partir de un caso puntual detectado en Alemania con una beba nacida en Argentina, un negocio para entregar recién nacidos a adoptantes en el exterior a cambio de cuantiosas sumas de dinero.

A raíz de ese primer hecho se descubrió una trama que vincula abogados, escribanos y clínicas de fertilidad. Por estos hechos hubo en Rosario a principios de octubre dos clínicas y una escribanía allanadas. Se investiga una organización transnacional que desde 2018 gestionó 49 nacimientos de niños, por el mecanismo de subrogación de vientres, que terminaron mayormente en países europeos.

El último caso que concierne a Rosario tuvo su primera alarma el miércoles 23 de octubre y fue consignado por el diario La Nación. Ese día dos hombres italianos que viven en pareja se presentaron en Ezeiza para salir del país junto a una mujer de 28 años que debía autorizarlos mediante un documento público a que ambos viajaran con una beba. El documento de la nena de pocos días de vida certificaba que la mujer y uno de los hombres eran los padres de la niña.

Fuentes de la Justicia Federal contaron a LPO que las autoridades migratorias denegaron la salida del país a estos pasajeros. Les llamó la atención la disparidad del aspecto de los viajeros italianos con la mujer que debía autorizar la salida de quien aparecía en el documento de la beba como su madre. Avisaron a la Justicia Federal de Lomas de Zamora con jurisdicción en la zona.

Los italianos intentaron lo mismo al día siguiente y encontraron la misma negativa de las autoridades. Esta vez la Dirección de Migraciones sustanció una denuncia judicial por posible caso de trata de personas. El viernes pasado, según las fuentes, cambiaron de método. Esta vez se presentaron para abordar un vuelo a Paris con destino final a Venecia por Air Europa para subir todos al avión, la mujer incluida. Allí se encontraron con una orden emitida por el juez federal Federico Villena que les impedía la salida.

A partir de esta situación la mujer contó lo ocurrido ante autoridades judiciales. En un primer momento señaló que había conocido a los italianos en un bar de Rosario, que estos le habían confiado su deseo de ser padres y que la había emocionado la historia, por lo que aceptó ser la gestante en la modalidad de subrogación de vientres.

Detectan una red que vendió al exterior 49 bebés nacidos por subrogación de vientres

Pero luego ella misma reveló una situación más compleja. Dijo que la había contactado por Facebook una empresa particular para proponerle ser gestante para una pareja de padres europeos a cambio de una suma de dinero. Quien los enlazó fue un intermediario que les detalló que los extranjeros se harían cargo de todos los gastos médicos y de una retribución a ella por la gestación.

Contó que se comprometieron a pagarle 10 millones de pesos y que la afiliaron a la empresa Swiss Medical para la atención y controles durante el embarazo. Hubo una primera entrega en uno de los locales del bar Rock&Feller’s de Rosario de 6 millones de pesos en un bolso cuando ya llevaba seis meses de embarazo.

La narración de sus circunstancias de vida convenció a las autoridades de la Protex de que aceptó la oferta desde una muy notoria fragilidad. Es una madre de una niña cuyo padre está ausente, que vive en un barrio humilde con sus padres, no tiene trabajo y estudios interrumpidos. Afirmó que su intención era con el dinero levantar una pieza para vivir ella con su hija. La beba de la mujer rosarina nació en la clínica de Swiss Medical de Santa Fe y Pueyrredón en la ciudad de Buenos Aires hace 15 días.

El caso lo lleva el juez federal Villena quien notificó a la fiscalía en turno a cargo de Sergio Mola aunque sin delegar la causa. Desde la Justicia de Lomas consignaron a LPO que lo que salta a la vista en esta modalidad son varios elementos: empresas de salud con conexión internacional que son utilizadas para reclutar mujeres en situación de vulnerabilidad para gestar una persona y después los contratantes, llamados legalmente comitentes, se llevan al recién nacido. Los investigadores advirtieron que en Rosario opera una empresa local que es subsidiaria de una sociedad con asiento en Estados Unidos.

La definición del encuadre penal será complicado, admiten voceros judiciales, porque existe un vacío legal que no penaliza la subrogación de vientres. Existen situaciones donde la prestación de vientre para un embarazo para personas allegadas a la gestante está tolerada por la ley. La distinción aparece cuando se manifiesta una situación de comercio aparente con personas de carencias estructurales que aparecen como el hilo más delgado. A la mujer le pagarían 10 millones de pesos. Pero las empresas que concretan el contacto entre las partes les pagaron en este caso una suma que los investigadores estiman superior a 100 mil dólares.

Se estudia si el caso concreto será tipificado como trata de persona o apropiación de menores. Los italianos que contrataron el servicio no fueron imputados aunque se les retuvieron los documentos y los teléfonos. Uno de los dos es según el documento de la menor el padre legal de la bebé gestada por la mujer rosarina.

Los italianos contrataron representantes legales argentinos y este lunes se presentaron ante la Justicia para consignar que no cometieron ningún delito, que están a derecho y ofrecer los elementos de convicción para resolver el caso. Se comprometieron a no intentar sacar a la beba del país. El padre biológico, Fabio B., es médico oncólogo en el Hospital de Padova. Según refirió su defensor a LPO, Fabio señaló la necesidad de volver a Italia por sus obligaciones profesionales aunque bajo promesa de retornar. Entretanto la bebé se quedará con su pareja italiana. La relación con la mujer argentina es de amistad según su abogado. “Son personas de trabajo que desean ser padres, sin ninguna conducta reprochable”, sostuvo.

La organización que se dedica a enlazar a los extranjeros con las gestantes argentinas actúa de manera furtiva. En este caso se detectaron a clínicas de fertilización asistida, abogados y escribanos en la trama que garantiza esta salida de los recién nacidos. Las distintas fiscalías que investigan Trata más los juzgados intervinientes están hace un mes a cargo de distintos legajos para frenar esta modalidad.

En Córdoba hay un trámite penal a cargo del fiscal Enrique Senestrari que tiene nueve personas citadas a imputativa por este tipo de maniobras.

En total los procedimientos de subrogación de vientre en clínicas investigadas por la Protex, a cargo de la fiscal Alejandra Mángano, superan los 150. Solamente la jueza federal María Eugenia Capuchetti lleva 100 legajos. Pero desde que se detectó esta modalidad lo casos no dejan de documentarse. Sobre todo, refirieron fuentes judiciales en Comodoro Py, porque hay decenas de casos de bebés por nacer bajo esta modalidad donde comitentes extranjeros contratan a una gestante argentina en general bajo la intermediación de empresas ahora bajo investigación.

La situación se complejiza por un fallo reciente de la Corte Suprema de la Nación que el 23 de octubre rechazó la demanda de un matrimonio gay que reclamó excluir a la gestante como madre legal. El pronunciamiento ratifica que el niño es hijo de quien da a luz, en este caso la mujer rosarina de la historia referida, y de la persona que prestó consentimiento previo para esa gestación. Algo que no impide que los comitentes, en este caso la pareja italiana, asuma la crianza del recién nacido. La controversia que intentaron saldar los ministros que votaron mayoritariamente esta situación es evitar, privando de derechos a la mujer gestante, situaciones de comercio o trata.

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