Un seguimiento sobre las imágenes de la escena del crimen del ex jefe histórico de la barra brava de Rosario Central Andrés “Pillín” Bracamonte permitió identificar a dos personas que se consideran directamente implicadas en su asesinato. Tras un mes de acciones de inteligencia una fuerza especial de la policía santafesina detuvo a ambos sospechosos. A los dos los van a imputar por el homicidio del hombre que durante 25 años condujo la hinchada auriazul y a su número dos, Daniel “Rana” Attardo.
El 9 de noviembre pasado a las 21.30 Pillín Bracamonte, de 52 años, fue ejecutado a corta distancia por sicarios a 150 metros del estadio de Rosario Central, media hora después de la finalización del partido con San Lorenzo. Los ejecutores abrieron fuego hacia el interior de la camioneta donde estaban los dos hombres fuertes de la barra y fueron presumiblemente retirados de la escena por una tercera persona que llegó en una camioneta que podría ser una Air Cross.
Las nuevas líneas de pesquisa que llevaron a estas detenciones definen que el doble asesinato fue un hecho meticulosamente organizado.
La marca del narco detrás del asesinato de Pillín, el jefe de la barra de Rosario Central
Los seguimientos a partir de la inteligencia sobre el video habrían determinado, por relaciones diversas, a las dos personas conectadas directamente con el homicidio. Eso llevó a los allanamientos en los que fueron detenidos Alejandro Zamudio y Alejandro Vázquez.
El primero es una persona de la barra brava que se considera muy allegada a uno de los primeros a los que la investigación de fiscalía relacionó con el doble homicidio: Leopoldo “Pitito” Martínez. Este es un hincha que estaba en la tercera línea de conducción de la barra canalla y que está imputado por haber retirado de la escena del asesinato una cadenita y el teléfono celular de Attardo. Fue también quien trasladó a Bracamonte ni bien fue baleado al Hospital Centenario de Rosario en su camioneta.

En el domicilio de Vázquez, en Aguzzi al 4000, y en una vivienda contigua las fuerzas que realizaron el allanamiento encontraron 64 panes de marihuana.
Los operativos concretados por la Tropa de Operaciones Especiales fueron ordenados por los fiscales Georgina Pairola y Luis Schiappa Pietra.
Poco inclinado a mostrarse y menos a usar teléfono, Pillín había ganado el liderazgo en la barra de Central en 2002, después de un breve período de violencia que se apaciguó cuando se convirtió en el máximo jefe. Desde entonces arrancó negocios hechos de aprietes con eje en el club pero casi sin hechos de sangre. Ese rasgo, el de un individuo poderoso que mandaba sin ejercer violencia letal, empezó a llamar la atención en la política en contraste con Newell’s, donde durante 15 años imperaron homicidios muy expresivos, ligados a disputas entre sus facciones por comercio de drogas.
El fiscal provincial Miguel Moreno lo allanó por primera vez en abril de 2020 en una casa de un country en Ibarlucea, a cuatro kilómetros de Rosario. Moreno lo acusó de lavar dinero por una cifra millonaria. Mostró la evolución comercial que lo llevó de vivir en un Fonavi de barrio a tener una gran cantidad de propiedades administradas por testaferros y vivir en un caserón de 300 metros cuadrados. Su ex mujer, Natalia Salas, había comprado tres departamentos en el edificio Altos de Alberdi entre 2012 y 2013. Un día después de adquirir el último piso se compró un BMW cero kilómetro. También varios autos para disponer en las cuatro licencias de taxis que disponía.
Hoy una de las hipótesis que predomina es que actores de la hinchada de Central se implicaron en hechos de narcotráfico de mayor escala y que eso motivó la voluntad de correr al histórico jefe de la conducción de la hinchada.
La idea de que el homicidio de Bracamonte fue ordenado desde un grupo criminal conocido como Los Menores perdió fuerza a medida que avanzaba la pesquisa. Bracamonte había declarado públicamente que suponía que esta facción había estado detrás del intento de homicidio que sufrió 40 días antes de su muerte en el Parque Alem donde fue baleado pero como en otras ocasiones salvó la vida.
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