Los senadores Carlos “Camau” Espínola y Juan Carlos Romero lograron abortar este martes la sesión que reclamaba el peronismo, con el propósito de derogar el DNU que aumentaba los fondos reservados de la SIDE a pedido de Santiago Caputo y la ampliación del presupuesto universitario. Sus gestiones salvaron al gobierno de otra triple derrota, si se sumaba a esos expedientes la dificultad para juntar los votos necesarios para aprobar Boleta Única de Papel.
Aunque el jefe de la bancada de UP, José Mayans, anunció al final del plenario de las comisiones de Educación y Cultura y Presupuesto y Hacienda que pediría que se abra el recinto para discutir esos tres proyectos, los aliados del oficialismo evitaron un nuevo hat trick contra Javier Milei..
Lo curioso es que el dictamen de Boleta Única de Papel (BUP) es un proyecto que fue dictaminado el verano pasado y cuenta con media sanción de la Cámara Baja pero, además, había sido largamente debatido en las últimas semanas, tratando de acercar posiciones entre los diferentes bloques. Los libertarios amagaron con incorporar modificaciones que reclamaba, entre otros legisladores, la rionegrina Mónica Silva, y luego habrían desistido de la negociación y mantuvieron la redacción del dictamen que salió de comisión.
La ex ministra de Educación patagónica planteaba que había que implementar el modelo santafecino en lugar del cordobés. La diferencia es que el de la provincia litoraleña iguala las oportunidades para las fuerzas políticas provinciales sin candidatos nacionales.
Según dijeron a LPO desde el entorno de una senadora peronista, los representantes del gobierno “no quieren modificar nada”. “Juegan a todo o nada, no aprenden de qué se trata legislar”, se quejaron.
Al cierre de este artículo, imperaba en la Cámara Alta una incertidumbre total sobre el destino del proyecto BUP. Una senadora aliada explicó a LPO que “lo lógico sería que se ponga en temario y se tengan los 37 votos porque, si no, se corre riesgo de que se rechace”, y agregó: “Yo no lo pondría en temario hasta tanto están asegurados los votos, sí o sí tienen que ser 37 porque una mayoría simple de la totalidad de los miembros es lo que exigen las leyes electorales”.
Casi a modo de consultoría gratuita, la legisladora advirtió que “si se baja a recinto sin tener los votos asegurados, se corre el riesgo de que se rechace y en ese caso el proyecto no se puede volver a tratar”. “Habría esperar al próximo año legislativo para tratar el tema”, aclaró.
La interpretación extendida entre los despachos del peronismo y los aliados es que la falta de respaldos cosechados para aprobar el pliego del juez Ariel Lijo como ministro de la Corte Suprema detonó la suerte de los demás proyectos del oficialismo. “Está todo trabado”, reconocieron en una oficina amigable con la Casa Rosada.
Incluso, una senadora manifestaba su sorpresa sobre el poder que conserva la expresidenta Cristina Kirchner, quien enfrió el pliego del magistrado frente a la negativa del gobierno para ampliar la negociación. Otra lectura de los pasillos del Congreso sugiere que también hay suma impericia de Balcarce 50: “Estamos haciendo esfuerzos titánicos para que el gobierno no se la ponga”, graficaron.
En ese sentido, cerca de un aliado consideraron que los funcionarios “siguen sin entender que ‘aplazar’ los temas no es resolverlos”. “Si piensan que el muchacho este, (Lisandro) Catalán, va a sacar la BUP están del moño”, expresaron con fastidio, y agregaron: “Lo mismo que la SIDE. ¿Nadie va a hablar con Guga (Lousteau)?”.
Como sea, los emisarios del Jefe de Estado pudieron este martes llevarle a Milei el anuncio paliativo de que este miércoles habrá Labor Parlamentaria y buscarán que tampoco haya sesión el jueves. “¿En serio van a festejar como un gol que pasamos el quilombo una semana?”, dijo un senador echando furia.
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