El secretario general de la Unión Obrera Ladrillera Argentina (Uolra) e integrante del consejo directivo de la CGT, Luis Cáceres, aseguró en Brasil que “es imposible enfrentar y modificar la difícil situación de la humanidad sin la unidad de los trabajadores del mundo”, por lo que convocó a fortalecer “las relaciones y vínculos entre el sindicalismo internacional a fin de construir un camino que permita generar las condiciones para cambiar estos tiempos tan duros que se viven”, informó el gremio.
8° Congreso Internacional de Derecho Sindical
Cáceres formuló esos conceptos al exponer en el 8° Congreso Internacional de Derecho Sindical, que comenzó el jueves y fue clausurado este viernes en la ciudad brasileña de Fortaleza, y organizado por Excola, una entidad que reúne a organismos multisectoriales del trabajo y a centros de estudios de esa Nación vecina.
El encuentro se realizó este año bajo el lema “Política, democracia y sindicalismo”, y procuró profundizar la realidad del mundo del trabajo y de las políticas laborales regionales.
Cáceres integró el panel sobre “Sindicalismo y poder político”, coordinado por Raimundo Nonato Gómes, secretario general de Sintepav-Ceará de Brasil, y Jorge Hernández Silva, titular del Sindicato Interempresa Nacional de Trabajadores de la Construcción, Montaje Industrial y otros (Sintec-Chile).
El dirigente nacional ladrillero expuso sobre la realidad de la democracia en la Argentina, la relación del Gobierno de Javier Milei con el sindicalismo y las implicancias laborales a partir de su gestión.
Cáceres fue el único dirigente argentino en el Congreso y reafirmó la política de “unir lazos y cooperación entre el gremialismo regional y mundial”.
El sindicalista fue el único dirigente argentino en el Congreso y, en su primera intervención en ese encuentro, reafirmó la política de “unir lazos y cooperación entre el gremialismo regional y mundial”.
Los congresales mundiales analizaron la participación de los sindicatos en la política, en la composición de los espacios de poder y en el debate sobre las agendas laborales, definidas por el cuerpo legislativo, y estudiaron la generación de una alianza entre los representantes políticos y las demandas del trabajo para evitar medidas que reduzcan los derechos y las libertades sindicales.
Además, debatieron sobre la fortaleza de los sindicatos como líderes de opinión, los procesos electorales y la defensa de la democracia, y también respecto de la reconstrucción jurídica de los derechos sociales y laborales, sin atacar los derechos conquistados, concluyó un documento.