En el año del triple lesbicidio de Barracas, un día antes del Día Internacional del Orgullo y dos semanas después de haber cumplido los 95 años, falleció Ilse Fuskova, “verdadera heroína y faro del movimiento LGBT+” que “marcó un antes y un después para esta comunidad pero también para el feminismo”, al convertirse en la primera mujer en hacer público su lesbianismo desde mediados de los ’80.
“Ilse es nuestra heroína, es fuerza, es lucha, es resistencia, es ejemplo, es visibilidad”, dijo a Somos Télam Pedro Paradiso Sottile, compañero de militancia y amigo personal, además de presidente de la Fundación Igualdad que Ilse integraba como parte del consejo consultivo.
“Ella en una sola persona, nos representa a todes en nuestro movimiento, a cada uno de nosotros en la diversidad de las orientaciones, de las expresiones, de las identidades. Su persona, sus pensamientos, su legado, expresa lo mejor de nosotres”.
Pedro Paradiso Sottile
Paradiso explico que Fuskova “fue, es y será una de las referentes históricas y emblemáticas del movimiento de la diversidad, sobre todo de las personas lesbianas”, desde que se convirtió en “la primera mujer lesbiana en salir, públicamente y en los medios de comunicación” como tal, lo que “marcó un antes y después tanto para el feminismo como para la comunidad LGBT+”.
“Ilse desde el comienzo marcó ese mandato de visibilidad, de orgullo de celebrar la diversidad, de celebrar la vida, el amor, la militancia y ahora desde el arcoíris va a seguir haciéndolo”, dijo.
“Ella en una sola persona, nos representa a todes en nuestro movimiento, a cada uno de nosotros en la diversidad de las orientaciones, de las expresiones, de las identidades. Su persona, sus pensamientos, su legado, expresa lo mejor de nosotres”, agregó.
En su casi centenario de vida, Ilse las hizo todas: estuvo casada 30 años con un hombre con quien tuvo tres hijos, fue azafata, periodista, artista plástica, poeta y fotógrafa, pero también una de las mayores impulsoras del movimiento feminista post dictadura que, tras descubrirse lesbiana a los 56, no dudó en testimoniarlo en el prime time televisivo contribuyendo así a la visibilización de todo un colectivo.
Ciudadana ilustre de Buenos Aires desde 2015, esta referente lésbico-feminista tiene también un documental biográfico: “Ilse Fuskova”, de Liliana Furió y Lucas Santa Ana, un ejercicio de memoria ineludible para poder interpretar en clave histórica conquistas como la ley de aborto legal, matrimonio igualitario o identidad de género.
Desde que se conoció su deceso en la noche del jueves, mensajes cargados de amor y agradecimiento a Ilse inundaron las redes.
“Con pesar despedimos a Ilse Fuskova, fotógrafa, escritora y artista, pero sobre todo una militante por los derechos de nuestra comunidad. Como lesbiana supo comprender la importancia de la visibilidad, poniendo el cuerpo e instalando la lucha por nuestros derechos en los medios, convirtiéndose así en una impulsora y una activista central de la diversidad”, publicó la Federación LGBT+ en sus redes.
“Gracias Ilse Fuskova por legarnos la luz de tu visibilidad lesbiana y feminista en aquellos tiempos de invisibilidad dentro del activismo LGBTIQ+; gracias por todos los logros que siempre compartiste, y por dar los primeros pasos de la Marcha del Orgullo en Buenos Aires junto a Carlos Jáuregui, César Cigliutti y otres compañeres que, como a vos, siempre llevaremos en nuestros corazones por su valentía y su sensibilidad. Ilse es bandera”, posteó la CHA.
“Hasta siempre querida compañera Ilse Fuskova, tu legado abrió el camino para que muchas #lesbianas podamos ser visibles y luchemos por nuestros derechos”, posteó la Asociación de Familias Diversas (AFDA).
“Vuela alto Ilse Fuskova, Matria lésbica de la Argentina. Gracias por tu vida visible, tu didáctica y tu orgullo. Tengo el corazón triste y los recuerdos emocionados. Bailamos en nuestra revolución, privilegio amoroso me queda. Toca honrarte y gritar bien fuerte, hasta la victoria”, escribió el histórico referente LGBT+ Gustavo Pecoraro.
“A horas del Día Internacional del #Orgullo2024 falleció la gran militante Ilse Fuskova Una de las primeras activistas lesbianas visibles en nuestro país. Gracias por tu visibilidad, compromiso y lucha Ilse!”, tuiteó el diputado nacional y dirigente de la FALGBT+, Esteban Paulón.
“A minutos del Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+, falleció Ilse Fuskova, figura clave del activismo lésbico de la Argentina. Resumir acá su trabajo sería irrespetuoso. Días después de haber cumplido 95. En este año, el del triple lesbicidio de Barracas”, escribió el peridista y activista Franco Torchia.
“Hasta siempre #IlseFuskova. Eterna referenta del movimiento feminista y lésbico. Te llevaremos siempre en nuestra memoria y estarás presente en cada lucha que nos queda por dar”, posteó la organización feminista Mumalá.
La vida de Ilsa
Ilse nació en Buenos Aires el 11 de junio de 1929, en el seno de la pareja conformada por dos inmigrantes recién llegados de Europa. Por eso, su lengua materna fue el alemán y aprendió el español recién cuando le tocó ir a la escuela.
Tras desempeñarse tres años como azafata en Scandinavian Airlines, Ilse –ya en sus 40- incursionó en el periodismo firmando con el seudónimo de “Felka” (1951-1955).
Entre sus grandes amigos del ambiente artístico se cuentan el artista plástico español Alberto Greco -que le presentó a su futuro esposo- pero también el fotógrafo Horacio Coppola, que admiraba sus fotografías y en los ‘80 la invita a participar del grupo Imagema.
No es hasta fines de los ’70 que Ilse toma contacto con el feminismo, a partir de una publicidad de la revista Persona que dirigía María Elena Oddone; pero pasarían varios años más hasta que se descubrió lesbiana en 1985, cuando ya se habí,a separado de su marido y durante el III Encuentro Feminista Latinoamericano y de Caribe de Bertioga (Brasil), donde se enamoró de la española Empar Pineda, confundadora del Colectivo de Feministas Lesbianas de Madrid.
De su faceta artística, se destaca su serie fotográfica “El Zapallo” (1982) –un homenaje a la fecundidad femenina – y aquella otra que preparó en 1988 para participar de la muestra “Mitominas II. Los mitos de la sangre” pero que no pudo ser exhibida en ese evento por la censura del comité organizador integrado por compañeras feministas que temieron el levantamiento toda de la exposición si incluían la obra de Ilse.
Las polémicas fotos mostraban a dos mujeres desnudas pintándose el cuerpo con sangre menstrual y habían sido pensadas por Ilse como un aporte desde el lesbianismo a una muestra que se metía con la sangre como símbolo del VIH, pero también de la violencia machista.
Frente a esta exclusión, Ilse no se quedó de brazos cruzados y junto a varias compañeras del Colectivo Cuadernos de Existencia Lesbiana se aparecieron en la inauguración con una provocadora performance.
“Agarramos tampones mojados en salsa de tomate y los colocamos en una bandeja de plata que paseamos por todo el Centro Cultural Recoleta como si fueran canapés, y mucha gente se lo metía en la boca”, contó sobre ese episodio en el documental “Ilse”.
La serie finalmente se expuso en 2015, en el Centro Cultural Tierra Violeta, a instancias de Diana Maffía y como parte del homenaje donde la cineasta Liliana Furió se reencontró con ella y le propuso realizar el documental.
Tras reconocerse lesbiana mientras militaba en las organización feminista ATEM y participaba de las actividades socioculturales de Lugar de Mujer, el siguiente hito en la vida de Ilse son los “Cuadernos de Existencia Lesbiana” como parte de una disruptiva forma de entender la militancia que hacía hincapié en la visibilidad lésbica y en la necesidad de ganar las calles con los reclamos feministas.
Se trataba de la primera publicación gráfica de temática lésbica en la Argentina, una especie de fanzine elaborado de manera artesanal entre 1987 y 1996 junto la militante y periodista lesbiana Adriana Carrasco.
“¡No se puede comprender cómo está tan prohibido ser lesbiana! Lógicamente que las lesbianas tenemos que hacer algo de alarde para manifestar que existimos ¿A usted le parece que darse un beso o un abrazo es malo?”, le respondió con toda calma aquel día a Mirtha Legrand cuándo esta le reclamaba por el presunto exhibicionismo de las lesbianas en EE.UU.
El nombre de esta publicación de frecuencia irregular y distribución callejera, remitía al famoso texto de la feminista estadounidense Adrienne Rich, “Heterosexualidad obligatoria y existencia lesbiana”.
A través del Colectivo Cuadernos y de Convocatoria Lesbiana, Ilse comienza a articular con otras organizaciones del incipiente movimiento gay post dictadura, en particular con Gays DC, la organización que conformó en 1991 Carlos Jáuregui y un grupo de disidentes de la CHA. Con todos ellos participará, al año siguiente, en la primera marcha del orgullo en Buenos Aires.
También junto a Carlos Jáuregui, Mónica Santino y otros militantes, empiezan a aparecer en entrevistas televisivas, convencidos de que una de las batallas más urgentes por ganar es la visibilidad.
Y en ese periplo por un sinfín de programas, se destaca la participación de Ilse en Almorzando con Mirtha Legrand un mediodía de 1991, oportunidad en que el programa registra uno de los mayores picos de audiencia de toda su historia: 36 puntos.
“¡No se puede comprender cómo está tan prohibido ser lesbiana! Lógicamente que las lesbianas tenemos que hacer algo de alarde para manifestar que existimos ¿A usted le parece que darse un beso o un abrazo es malo?”, le respondió con toda calma aquel día a Mirtha Legrand cuándo esta le reclamaba por el presunto exhibicionismo de las lesbianas en EE.UU.
La entrevista que Mirtha quiso reeditar y no pudo porque la Iglesia le hizo sentir su malestar a través de la columna de repudio que un sacerdote publicó en La Nación fue memorable también para Ilse porque gracias a esta intervención llegó a su vida Claudina Marek, quien sería su pareja por los próximos 20 años y con quien publicó en 1994 el libro “Amor de mujeres. El lesbianismo en la Argentina, hoy”.
En sus últimos años, Ilse seguía muy activa participando de diferentes acciones comunitarias, recibiendo premios y desempeñándose, desde 2020 del como parte del consejo consultivo de la Fundación Igualdad.
“Ilse desde el comienzo encarnó ese mandato de visibilidad, de orgullo, de celebrar la diversidad, la vida, el amor y la militancia. Ahora ella junto a Lohana (Berkins), junto a Carlos (Jáuregui), junto a César (Cigliutti), junto a Nadia (Echazú), a Diana (Sacayán) va a guiarnos desde el arco iris y a darnos fuerzas en un momento tan complejo, tan difícil, de avances que también ella nos alertaba y nos enseñaba también ahora con sus 95 años”, concluyó Paradiso.
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