Las elecciones de gobernadores y alcaldes que se realizaron este domingo en Colombia transcurrieron con algunos conflictos, que obligaron a suspender los comicios en una localidad del departamento Nariño, y cerraron a la 18 (hora de Argentina) para dar inicio al escrutinio provisorio en el que los sondeos previos pronosticaban un avance de la oposición, por lo se consideraba la jornada como un test electoral para el Gobierno de izquierda del presidente Gustavo Petro.
Más de la mitad de las mesas de votación de Ricaurte, en Nariño, no alcanzaron a ser abiertas por condiciones de orden público, que se presentaron en la mañana de este domingo con la llegada de manifestantes para exigir la suspensión del comicio en el municipio.
Según indicó el registrador Alexander Vega, “solo se está votando en el área rural. La cabecera municipal no ha podido ser controlada por la cantidad de manifestantes”. Por ello, el Comité de Seguimiento Electoral de Nariño solicitó formalmente “suspender las elecciones en todo el municipio”, agregó, citado por el diario El Espectador.
Las manifestaciones se presentaron luego de que se conocieron amenazas contra el candidato a la alcaldía Jaime Caicedo, quien se presentó como candidato a gobernar Ricaurte por el partido MAIS. Al parecer, los responsables serían disidencias de las FARC en la zona, por lo que exigían mayor presencia de la Policía y el Ejército.
“El registrador tomó la decisión de suspender las elecciones en el municipio de Ricaurte porque no hay las condiciones, ni las garantías para que los ciudadanos puedan ejercer el derecho al voto”, dijo el alcalde del municipio, Éder Burgos.
“Hemos iniciado el proceso electoral instalando todos los puestos de votación, solo en dos mesas tuvimos alguna dificultad por factores climáticos y ya estamos llegando. Van a haber elecciones en todos los rincones de Colombia”: Ministro @velascoluisf.… pic.twitter.com/vUdsUwfFTN
— Presidencia Colombia 🇨🇴 (@infopresidencia) October 29, 2023
Unos 38,9 millones de colombianos estaban habilitados para elegir a 1.102 alcaldes y 32 gobernadores, así como a los miembros de los concejos municipales, de las asambleas departamentales y a ediles de las Juntas Administradoras Locales (JAL).
Los resultados se conocerán pocas horas después de que cierren las urnas, a las 16 (las 18 en Argentina), y los ojos estarán puestos en las alcaldías de las principales ciudades, incluyendo a Bogotá, la capital.
Petro votó temprano en una escuela del sur de Bogotá y dijo esperar que la jornada transcurriera con tranquilidad y que Colombia votara en paz.
“Este es un día de paz, es un día en que Colombia debe demostrarle al mundo que definitivamente ya votó, votó por la paz. Y ese voto por la paz que la inmensa mayoría de los colombianos y colombianas hemos hecho hoy debe manifestarse en paz”, dijo.
El presidente aseguró que ya estaba todo el material electoral distribuido “en todos los lugares del país”, informó el diario colombiano El País.
Petro inició su mandato hace 14 meses en medio de grandes expectativas, luego de convertirse en el primer presidente de izquierda de Colombia con un programa de profundas reformas económicas y ambiciosos planes para reducir la violencia en el país.
Sin embargo, los comicios llegan en un momento incómodo para su Gobierno: la alianza con la que llegó al poder se disolvió, los acuerdos legislativos se rompieron y algunos escándalos -incluyendo acusaciones de corrupción contra su hijo- erosionaron su gestión.
Sondeos pronosticaron triunfos opositores en las principales ciudades, y analistas consultados por Télam esta semana dijeron esperar un resurgimiento de la oposición de derecha en gobernaciones y alcaldías.
El presidente Petro sí se anota un éxito en su política de “paz total”, con la que busca acordar con los grupos ilegales que actúan en el país -guerrilleros y narcos-, porque las negociaciones avanzan, aunque con dificultades y un clima de violencia todavía alto.
Buena parte de esta violencia se atribuye a disidencias de las FARC que quedaron fuera del acuerdo de paz del 2016-, e incluso al Ejército de Liberación Nacional (ELN) y al Clan del Golfo, aun cuando mantienen conversaciones con el Gobierno.
El sábado en la localidad de Gamarra, en el noreste de Colombia, una funcionaria de la Registraduría, identificada como Duperly Arévalo Carrascal, falleció después de que una turba prendiera fuego a la sede local de esta entidad.
Autoridades dijeron que el ataque no fue cometido por grupos armados, sino que fue una protesta contra esa funcionaria electoral por la inhabilitación de un candidato local, pero el hecho volvió a ilustrar los desafíos de Colombia en materia de seguridad.
“Lamentamos el asesinato de Duperly Arévalo, esperamos que se haga justicia y que se determine las causas que llevaron a una parte de la población de Gamarra a un conflicto que terminó con la muerte”, dijo este domingo Petro al votar.
Uno de los premios mayores de las elecciones es la alcaldía de Bogotá, considerado en el país el segundo cargo de importancia después de la presidencia.
En la capital puede haber segunda vuelta, si ninguno de los candidatos logra más del 40% de los votos y 10 puntos de ventaja sobre el segundo.
Casi todas las fuerzas jugaron nombres de peso en esa puja y los sondeos muestran ganador a Carlos Fernando Galán, exconcejal, postulante del Nuevo Liberalismo e hijo del excandidato presidencial Luis Carlos Galán, asesinado en 1989 por el Cártel de Medellín.
También pesa la disputa por la ciudad de Medellín, sobre todo porque busca gobernarla, otra vez, Federico Gutiérrez, tercero en las presidenciales de 2022.
En Cali, tercera ciudad del país, los números favorecen a dos empresarios derechistas, Roberto Ortiz y Alejandro Eder.
Y en Barranquilla, la cuarta urbe y única de estas sin una gestión de izquierda hasta acá, todo está dado para que Alejandro Char se quede con la alcaldía.
Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202310/644807-elecciones-colombia.html