Carlos Camau Espínola, Juan Carlos Romero, Edith Terenzi y Lucila Crexell le enviaron una nota formal a Victoria Villarruel para notificarle la conformación del interbloque Las Provincias Unidas, junto a Edgardo Kueider y Alejandra Vigo.
El anuncio de esta maniobra fortalece a la vicepresidenta, que hasta ahora hablaba con los senadores cercanos al gobierno, pero tenía que hacer acuerdos casi de manera individual.
De hecho, Villarruel padeció la falta de músculo político del gobierno en las últimas sesiones, fruto de los tropiezos del propio Santiago Caputo en su estrategia de defensa del DNU de la SIDE y la designación de autoridades de la Bicameral de Inteligencia.
“A Victoria no le gusta perder”, se le habría escuchado decir a uno de sus asesores en el Senado ante la seguidilla de derrotas que le propinó la oposición a La Libertad Avanza. Tal vez por eso la Vicepresidenta abandonó el recinto en la última sesión, antes del aluvión de voluntades para derogar el decreto de los Fondos Reservados y la sanción de la ampliación presupuestaria para las universidades públicas.
Sin embargo, un senador cercano a la Casa Rosada deslizó que Caputo bendijo el estreno del interbloque. “Victoria se fortalece pero Santiago puede sentir que pone un pie en el Senado, donde no tenía nada”, comentó.
Fuentes parlamentarias explicaron a LPO que la confluencia no es otra cosa que la formalización del camino político que empezó a materializarse cuando los mismos legisladores pidieron en marzo la sesión para voltear el DNU 70/23 en la Cámara Alta.
También puede consignarse como la consumación de los acuerdos que el salteño Romero promovía entre los legisladores equidistantes del radicalismo y el peronismo, para aportar a la mayoría oficialista que prevaleció en diciembre del año pasado contra el kirchnerismo.
El condimento extra es que el movimiento derivó también de la iniciativa del gobernador chubutense, Ignacio Torres, quien promovía un bloque de gobernadores en el Senado, tal como reveló LPO en agosto.
La audacia del patagónico activó las alertas de algunos de los senadores que seguían de cerca la maniobra y desplegaron un juego de pinzas para neutralizarla. La apuesta de Torres en el flamante interbloque es a través de la radical Terenzi, quien responde al mandatario provincial más allá de su pertenencia originaria a la UCR.
Por otro lado, el gobernador de Chubut habría dispuesto que Andrea Cristina, que integraba hasta ahora el bloque liderado por Romero, retorne al PRO. “Nacho pone un huevo en cada canasta”, admitieron en el Congreso.
Pero el libro de pases no se cerró ahí nomás. En dos de los despachos que diseñaron el surgimiento de LPU, adelantaron que pronto se sumarían cuatro senadores más: apuntan a los misioneros Carlos Omar Arce y Sonia Rojas Decut, quienes demandaban carta de formalización para persuadir al gobernador Hugo Passalacqua, la rionegrina Mónica Silva y la tucumana Beatriz Ávila.
La nota elevada a Villarruel incluye una curiosidad que Romero aspira a convertir en cábala. En la misiva, se precisa que el salteño propuso como jefe del interbloque a Espínola, quien aspira a ser candidato a gobernador de Corrientes en 2025. El mismo gesto había tenido con Nacho Torres un año antes de la aventura electoral que lo coronó gobernador de Chubut.
Fuente: https://www.lapoliticaonline.com/files/rss/ultimasnoticias.xml