Macri tantea un acuerdo con De Loredo para enfrentar a Milei en Córdoba

Rodrigo de Loredo aseguró estos días el control de la UCR cordobesa con la consolidación del riotercerense Marcos Ferrer como presidente del centenario partido. En un comando compartido, es cierto, con el exintendente Ramón Mestre después de una negociación en la que a regañadientes le tuvieron que dar al exalcalde mucho más de lo que tenía cuando empezó la discusión por la interna mediterránea.

Lo que comienza ahora entre ambos, De Loredo y Mestre, es la pelea por un lugar en la lista de candidatos a diputados nacionales el año próximo y discusión para la cual el exintendente ya avisó: “tiene que encabezar el radicalismo y tiene que ser con todos”. Además de promocionarse también con esta elevación del perfil como el garante para que el radicalismo cordobés no vaya hacia un acuerdo con Javier Milei.

De todas maneras, incluso aquellos que terminaron acordando la inclusión de Mestre en el esquema que controlan De Loredo y Ferrer saben que con el radicalismo solo no alcanzará el año próximo en las Legislativas. Menos si los libertarios deciden reforzar la apuesta en Córdoba y si en esa estrategia asoma un entendimiento con el senador Luis Juez, quien llena casilleros en todos los legislativos -Senado, Unicameral provincial y Concejo Deliberante capitalino-, pero le queda colocar nombres en la Cámara baja, único tramo para el que se vota el año que viene en territorio cordobés.

En el actual bloque radical, además de De Loredo se les vence el mandato el año próximo a Soledad Carrizo y a Gabriela Brouwer de Koning, ambas alineadas con el nuevo control del radicalismo provincial en Córdoba. Pero, por fuera de la UCR, deben renovar en 2025 sus bancas los integrantes del PRO, Oscar Agost Carreño -integra el bloque de Miguel Pichetto-, la bullrichista Laura Rodríguez Machado y Héctor Baldassi, hombre de Álvaro González, quien a su vez responde a Horacio Rodríguez Larreta.

Este es el borrador que repasan habitualmente el expresidente Mauricio Macri y De Loredo en sus conversaciones. Los dos saben que no llegan solos, que necesitan de un entendimiento y que los casilleros son pocos para la cantidad de nombres.

Pero, además, De Loredo sabe que debe jugar el año próximo para contener la tropa radical que proyecta su apuesta rumbo al 2027 como candidato a gobernador; y Macri tiene que bloquear en Córdoba no sólo a Milei, sino también a Patricia Bullrich que le pisa la provincia con un respaldo de buena parte de la dirigencia. Incluso, la que transita por fuera del oficialismo nacional y también del PRO.

Con guiños entre los libertarios y la pata cordobesa de Bullrich dentro del PRO es casi un hecho que Rodríguez Machado terminará en una lista en la converjan libertarios y bullrichistas. De hecho, estuvo reunida con Martín Menem hace unos días y es la referente de la ministra de Seguridad en Córdoba. Al punto que descartó que el nombre de la coalición sea ‘Juntos por la Libertad’. “Quieren sacar la palabra ‘Juntos’ de todo, no creo que vaya por ese lado”, confió en una entrevista hace unas semanas.

En tanto, un primer gesto del entendimiento entre Macri y De Loredo se produjo en los últimos días con la salida del Concejo Deliberante de la macrista Soher El Sukaría para ocupar la silla de la Defensoría del Público de servicios de comunicación audiovisual, un cargo que trajo polémica en Córdoba y al que la exdiputada llegó con las firmas de Menem y Victoria Victoria Villarruel.

La salida temporaria de Sukaría del Concejo le permitió engordar el arco opositor a De Loredo con la asunción el pasado jueves de Ángela María Fiser, dirigente radical que responde de manera directa al jefe del bloque en Diputados. Por lo que De Loredo, con el arribo de la concejala que reemplaza a Sukaría, suma algo de aire en la disputa interna con el juecismo de la capital cordobesa por el rol de oposición a la gestión municipal de Daniel Passerini.

El otro dato que no es menor en el entendimiento entre Macri y De Loredo en el último tiempo fue el protagonismo de un viejo conocido para el macrismo en la interna del radicalismo cordobés como Juan Mocoroa, exfuncionario de Cambiemos en tiempos de Oscar Aguad como ministro e imputado, al igual que el extitular de Comunicación, en la causa Correo Argentino que tiene en su despacho el juez Ariel Lijo.

Mocoroa es el integrante con más peso en la Junta electoral de la UCR cordobesa que le dio el primer impulso a la lista de Ferrer patrocinada por De Loredo.

De esta manera, los sondeos entre el radical y el expresidente existen. Fortalecidos en el último tiempo por el rechazo de los libertarios al diputado cordobés y las tensiones que el propio titular del PRO desató contra un enemigo en común de ambos: Santiago Caputo. 

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