Shock político en Córdoba: Passerini les pidió la renuncia a cientos de funcionarios

Daniel Passerini pidió la renuncia a todo su gabinete, desde secretarios hasta directores generales, una tropa que se calcula en 580 funcionarios, en el marco de una crisis en la que se combinan el pago de la deuda reestructurada por Llaryora, la fuerte baja de la recaudación propia, la caída total de subsidios nacionales al transporte y el aumento de la demanda social y en salud pública.

Passerini había quedado debilitado la semana pasada cuando se conoció que el ministro de Finanzas de la Provincia, Guillermo Acosta, enviará a un funcionario a controlar la caja de la Municipalidad, como resguardo del fondeo que haría la Provincia. Ahora, el intendente busca recuperar la iniciativa con el rearmado del gabinete, jugada que en principio dejaría a una importante cantidad de funcionarios sin trabajo.

Ocurre que Guillermo Pizarro, número 2 de Finanzas en la Municipalidad, sería reemplazado por Matías Vicente, de la estructura de Guillermo Acosta, el ministro provincial de Economía. En el passerinismo dicen que ese cambio fue consensuado en una reunión entre Acosta y Sergio Lorenzati, el responsable de los números en la comuna capitalina. Pero Acosta ocupa un lugar privilegiado en la mesa chica de Llaryora, por lo que una jugada inconsulta es altamente improbable.

Un passerinista puro sostiene que “no hubo ninguna intervención de Llaryora” a la Municipalidad. Por el contrario, dice que se trata de una “reestructuración que dejará al intendente con mayor poder de decisión propia”. Los llaryoristas, en cambio, ven un “manotazo” ante la “intervención de Acosta dispuesta por el gobernador”. Las próximas serán claves para saber cuál de las dos visiones es la real.

En ese marco, los llaryoristas temen que haya un “vacío de poder” y que los gremios del Suoem (municipales) y Surrbac (recolectores) recuperen posiciones de poder de las que habían sido desplazados durante el mandato de Llaryora en la Municipalidad.

El passerinismo admite que algunos dirigente peronistas intentan “horadar la gestión con operetas” e intentan hacer “mella” en la sociedad Llaryora-Passerini. “Se está reconfigurando un equipo de trabajo que mostrará la consolidación del acuerdo y dejará en claro que no hay ningún salvataje de la Provincia”, afirman cerca del intendente.

No es la visión que tienen los llaryoristas, que ven en la forma “concentrada de administrar” el poder por parte del intendente una manera de “entorpecer” la gestión. “Por supervivencia política, a Llaryora necesita que a Passerini le vaya bien”, dicen los llaryositas, que recuerdan cada vez que pueden que el intendente capitalino, a diferencia del gobernador, no tiene reelección.

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