Una maniobra de los diputados salvaría a Santiago Caputo de ir a la Justicia por gastarse los fondos de la Side

Santiago Caputo no la vio y Javier Milei pagó un costo altísimo con el hat trick de la semana. La presidencia de la Bicameral de Inteligencia para Martín Lousteau, la caída del DNU de los fondos reservados y la aprobación del aumento jubilatorio por dos tercios en el Senado no figuraban en su imaginación cuando tomó la decisión de irse a esquiar al Sur, ni tampoco creyó que Mauricio Macri ordenaría a su tropa la rebelión salvaje de los últimos dos días.

Por eso, ordenó a su ejército de trolls que ataque sin piedad al líder del PRO en Twitter, acusándolo de rendirse a la “agenda kuka” y pidiendo que lo metan preso. Como reveló LPO, el expresidente le había avisado a Javier Milei que iría por su asesor estrella y, según fuentes libertarias, el primer mandatario no lo defendió.

Sin embargo, un diputado aliado que mantuvo un encuentro con Caputo antes que atravesara su peor semana en el gobierno descarta que se sienta “derrotado”. De hecho, advirtió que los opositores que voltearon el decreto evitaron declararlo “nulo de nulidad absoluta” y, de esa manera, el consejero más cercano a Milei se salvaría de las consecuencias judiciales.

El dato llama la atención porque un legislador de la bancada peronista adelantó el martes pasado, 24 horas antes de que 157 diputados demolieran el DNU en el recinto, que los funcionarios que gastaron los 80 mil millones de pesos desde que el decreto entró en vigencia tendrían que desfilar por tribunales si el argumento del rechazo era el de “nulidad insanable”. Ningún opositor se rasgará las vestiduras pero, en realidad, el golpe a Caputo terminó siendo político, sin derivaciones judiciales.

Aún así, nadie en el Congreso se juega por su continuidad, ahora que se volvió furor echar legisladores del bloque oficialista, como lo demuestra la intención de Martín Menem con Lourdes Arrieta o la que empieza a gestarse contra Francisco Paoltroni en el Senado por oponerse al pliego de Ariel Lijo. Menos todavía, los que repasan la cantidad de funcionarios que salieron eyectados de la administración en tan solo 8 meses o los que reparan en la salida de Nicolás Posse, quien integraba el círculo de mayor confianza del presidente, casualmente, con Caputo y Karina Milei.

LPO ya publicó que el consultor político despierta la desconfianza de la hermana del Jefe de Estado y los choques entre ambos se incrementaron en los últimos días, como lo reflejan los picantes cruces por Twitter tras el homenaje a San Martín y la pelea por el negocio de los seguros. Pero Karina no sería la única enemiga suya: fuentes del oficialismo admitieron que Caputo se reúne con gobernadores y legisladores aliados más que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el secretario de Interior, Lisandro Catalán.

En ese trance, también experimenta ciertos celos Martín Menem, desde que trascendió en los pasillos de la Cámara Baja que Caputo recibió a más de un legislador. De hecho, fue el joven locatario de servicios de la Casa Rosada quien trabajó el voto del radical Francisco Monti en la Bicameral de DNU para que trabara el intento de Nicolás Massot y el kirchnerismo de tratar en esa comisión, el jueves 15 de agosto, el decreto de los fondos reservados.

Tal vez esa injerencia en jurisdicción ajena influyó para que el riojano no se esforzara demasiado en atajar la anulación del DNU el último miércoles. Ojo por ojo.

Como sea, un diputado libertario deslizó ante LPO que “la ratificación de Santiago hay que ponerla entre signos de interrogación”, mientras que en la Cámara Alta una senadora se animó a preguntarse, a propósito de la suerte de Paoltroni, “desde cuándo un contrato dura más que el mandato de un senador”.

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