El Tribunal Oral Federal (TOF) Nº 5 de Capital Federal condenó este miércoles a prisión perpetua al exoficial de Inteligencia de la Marina, Jorge Luis Guarrochena, por crímenes de lesa humanidad perpetrados contra 398 víctimas en el centro clandestino ESMA, que funcionó en dependencias de la Armada durante la última dictadura cívico militar.
El tribunal integrado por los magistrados Fernando Canero, Adriana Palliotti y Daniel Obligado le aplicó al acusado la máxima condena al hallarlo culpable de los delitos de privación ilegitima de la libertad; homicidios; imposición de tormentos; sustracción, retención y ocultamiento de un menor de 10 años; abuso deshonesto y violación.
Asimismo, el tribunal declaró por unanimidad los hechos objeto de este juicio como crímenes de lesa humanidad y anunció que los fundamentos de la sentencia serán dados a conocer el próximo 25 de junio a las 17.
La audiencia
La audiencia llevada a cabo en los tribunales de Comodoro Py contó con una nutrida presencia de grupos de estudiantes de tres colegios de San Martín,Tigre y de la Capital Federal, quienes junto a sobrevivientes y familiares oyeron atentamente la sentencia y se aunaron en un emotivo aplauso al finalizar la lectura, momento en el que se gritó a viva voz la consigna: “30 mil compañeros detenidos desaparecidos/ Presentes/ ahora y siempre”.
La presencia de los jueces del tribunal vía remota causó el rechazo de las partes dada la relevancia de la instancia judicial.
En este sentido, el fiscal General de la causa, Féliz Crous señaló en declaraciones al portal La Retaguardia que lamentaba que “los jueces no estén presentes al igual que el acusado dado que es un acto de enorme trascendencia para las víctimas, es una desconsideración hacia todas las partes”.
Los testimonios fundamentales
Asimismo, el fiscal subrayó, al igual que lo hizo durante su alegato, el rol central que ocupó el trabajador gráfico sobreviviente de la ESMA, Víctor Basterra, quien estando en cautiverio pudo tomar fotografías y confeccionar documentación clave para el reconocimiento posterior de múltiples genocidas involucrados en los crímenes cometidos en ese centro clandestino de detención.
“Víctor fue un testimoniante histórico muy importante en este juicio como en tantos otros. Nos duele mucho su ausencia, pero nos dejó su legado con una conducta ética, férrea y coherente de testimoniar hasta el último día de lo que había visto durante su cautiverio. Sin lugar a dudas, uno de nuestros faros éticos para conducirnos en el futuro”, rememorò Crous sobre Basterra, fallecido el 7 de noviembre de 2020.
Otro de los testimonios estremecedores que pudieron escucharse en este juicio, iniciado el 28 de junio de 2023, fue el de la sobreviviente Liliana Pellegrino quien, si bien testimonió muchas veces en el marco de la megacausa ESMA, en este tramo pudo declarar por primera vez sobre los delitos sexuales de los que fue víctima cuando estuvo cautiva.
La sobreviviente Graciela Daleo destacó al finalizar la audiencia otra de las particularidades de este juicio: “Esta fue la primera sentencia a la que se arribó con la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA como parte querellante, una comunidad educativa que tiene cientos de docentes, no docentes, graduados y estudiantes que fueron víctimas de la dictadura genocida”.
En tanto, los abogados querellantes Pablo Llonto y la abogada del Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), Delfina Lladó, cuestionaron el rechazo del tribunal a cuestiones adicionales planteadas por la fiscalía y la querella unificada, entre ellas, la medida cautelar pedida sobre el campo de deportes de la exESMA.
“Seguiremos reclamando en la instancia de instrucción que ese campo de deportes forme parte de la medida de no innovar de todo el espacio de la exESMA, sobre todo porque ahí hay testimonios de que hubo enterramientos y quema de cuerpos”, explicó Llonto al respecto.
También indicaron que esperarán la publicación de los fundamentos de la sentencia para analizar con detenimiento los casos de absoluciones para tomar las acciones judiciales pertinentes.
Más temprano, Guarrochena pronunció sus últimas palabras desde la unidad 34 del servicio penitenciario donde se encuentra actualmente detenido, momento en el que afirmó “ser inocente”, “no haber estado en la Esma” y “encomendó a Dios a los jueces” para que lo absuelvan.
El exmarino cumplió funciones en la jefatura de Inteligencia del Servicio de Inteligencia Naval (SIIN) y también en la Jefatura de Inteligencia Naval (JEIN) de la Armada. Sobrevivientes de la ESMA reconocieron que estuvo en el centro clandestino en varios períodos de tiempo con el alias “Raúl” y el nombre falso de “Carlos Alberto Encina”.